jueves, 2 de marzo de 2017

¿POR QUÉ NO?

Imagen: Unsplash @ Yingchou Han

No dejes que tus pensamientos limiten tu experiencia. 

Si crees que algo está fuera de tu alcance o capacidad, pregúntate: 

SI OTROS PUEDEN, ¿POR QUÉ YO NO?


La mayoría de obstáculos para lograr nuestros objetivos están dentro de nosotr@s mism@s, en forma de estructuras de pensamiento caducas y basadas en el miedo: miedo al fracaso, a la reacción de los demás; miedo a ejercer la autonomía que nos corresponde como un regalo que debemos aceptar y agradecer.

Aprende a conocer tus fortalezas y tus áreas de mejora. Dejemos a un lado el concepto de "debilidades": eres un ser lleno de potencialidades, y como tal tienes una infinita capacidad de aprendizaje y superación.

Dar el primer paso, pasar a la acción, va a dar un mazazo a ese muro que existe en tu cabeza. Las circunstancias externas son importantes, claro, pero ten presente que una actitud poderosa genera energía y vibraciones capaces de influir en dichas circunstancias externas.

El cambio siempre empieza en el interior. Para que tenga sus frutos, ha de proseguir su camino en el mundo exterior. Si nos quedamos en el plano de las ideas, o nos lanzamos al mundo con una actitud derrotista y temerosa, el cambio perderá su poder. La clave está en sumar las dos A:

ACTITUD + ACCIÓN

Si quieres compartir tus pensamientos o hacer alguna consulta, puedes escribirme a entrenatuentusiasmo@gmail.com, o entrar en la página FACEBOOK del blog.

¡Gracias por estar ahí!
¡Gracias por creer en ti!






lunes, 7 de noviembre de 2016

MANTÉN EL SUFLÉ ALTO


La ilusión es tu herramienta más poderosa para atraer aquello que quieres. Tu entusiasmo permite que aquello que ya has creado y convocado con la fuerza de tu deseo llegue a ti y se manifieste en tu experiencia.

Date el lujo de ilusionarte todo lo que quieras, date permiso para imaginar los escenarios más maravillosos, entusiásmate como si no existiera la más mínima posibilidad de que todo, absolutamente todo, acabe tal y como tú quieres.

Olvídate de las viejas estrategias que hemos aprendido: "No voy a ilusionarme, porque si al final no lo consigo o no sale tal y como espero, acabaré pasándolo aún peor". Esa visión es errónea. Tu prudencia, tu miedo, es justamente lo que puede acabar estropeando tu suflé. Cuando empiezas a ser demasiado prudente, cuando comienzas a prepararte para un fracaso, el horno de tu deseo se enfría, y el suflé se desinfla.

Mantener tu suflé bien alto depende únicamente de ti: dedícate con entrega a tu deseo con toda la ilusión que puedas sentir. Deja a un lado las críticas (tanto internas como externas), el catastrofismo, incluso el sentido común.

Recuerda: si puedes desearlo, puedes manifestarlo en tu experiencia. La barrera que se interpone entre esa manifestación y tú está hecha de tus resistencias (miedo, pesimismo, quejas, impaciencia, negatividad). Cuanto más calientes tu horno ilusionándote, sintiendo alegría pensando en lo mucho que vas a disfrutar al ver tu deseo realizado, antes tendrás listo tu suflé: inflado, precioso, perfecto y ¡listo para comer!

miércoles, 21 de septiembre de 2016

HAZ LO QUE TE GUSTA



Suena muy sencillo, pero cada día nos ponemos mil obstáculos mentales que nos impiden seguir este simple consejo:

HAZ LO QUE TE GUSTA

No se trata de dejar tu trabajo y empezar tu propio negocio. No se trata de mudarte a un paraiso tropical al otro lado del mundo. No se trata de enriquecerte en menos de un año. Mejor dicho, puede tratarse de todo eso... pero no necesariamente.

Cambiar toda nuestra vida es una meta que suele quedarnos lejos. Al sentir que nuestro deseo "parece inalcanzable", nos desanimamos. Pero hay algo que sí puedes hacer. Hoy mismo. Ahora mismo.
Y es dedicar un tiempo cada día a tu pasión.

Si tu pasión es practicar esquí acuático en el océano Pacífico, quizás no te quede muy a mano justo en este momento. Aún así, mantén esto presente:


SIEMPRE HAY UNA FORMA DE VIVIR TU PASIÓN DÍA A DÍA.

Piensa en lo que te apasiona, lo que te hace olvidar el tiempo y te hace sentir bien instantáneamente. Puede ser un hobby, una temática, un deporte, alguien que admiras por su trabajo, puede ser una causa que te emocione, o un proyecto personal, como redecorar tu casa, introducir el orden en tu vida cotidiana, ser más creativo, aprender algo nuevo o conectarte de forma más profunda con las personas que quieres.
Sea lo que sea, siempre hay una forma de vivir tu pasión cada día: investiga sobre lo que te gusta, adáptalo a tu horario y posibilidades, navega en la red, alimenta tu curiosidad. Haz pequeñas cosas todos los días. Lo importante es dar a tu pasión la importancia y dedicación que se merece.

Tú sabes qué te apasiona. Elige y decide explorar y disfrutar esa pasión, no de vez en cuando, sino cada día. Todo el tiempo que dediques a tu pasión será tiempo empleado de la mejor manera posible. Olvídate de monetizar tus intereses. Olvídate de la fama, el éxito y el reconocimiento. Deja de compararte con los demás.
El OBJETIVO, el sentido de todo, es disfrutar con aquello que te realiza. Explorar tu autenticidad y tu capacidad de entusiasmarte.

No tienes por qué compartir tu pasión con nadie si no quieres, ni publicarlo en las redes sociales. CULTIVA TU INTIMIDAD. Confía en tu propio criterio, y empieza a ser tu mayor fan.

Además de enriquecer tu experiencia cotidiana, notarás que el resto de cosas, las "cosas importantes" (dinero, trabajo, relaciones...) se hacen más y más FÁCILES. Vivir tu pasión te coloca en el mejor estado vibratorio para atraer, crear y manifestar aquello que deseas y que te hace feliz.

Así que, ¡ponte a ello!

HAZ LO QUE AMAS.
HAZLO AHORA. 



[Imagen: Unsplash ]

martes, 5 de julio de 2016

RESINTONÍZATE



Te propongo un pequeño ejercicio para ayudarte a comprender el enorme potencial interno que tienes para definir y crear conscientemente tu realidad.

Coge una hoja de papel. En ella escribe todos los ejemplos que se te ocurran, siguiendo este modelo de frase:


"Cuando ...................................., entonces seré Feliz".

Por ejemplo: 

"Cuando tenga un coche descapotable, entonces seré Feliz".
"Cuando haya perdido diez kilos, entonces seré Feliz".
Etc.


¿Listo? Bien, ahora vamos a reescribir las frases, pero cambiando la segunda parte. Sustituye la segunda parte del enunciado ("entonces seré Feliz"), describiendo cómo crees que te sentirás cuando hayas logrado aquello que describes en la primera parte de la frase.

Ejemplo:

"Cuando tenga un coche descapotable, entonces me sentiré libre y poderoso."
"Cuando haya perdido diez kilos, entonces me sentiré orgulloso, atractivo y contento de mí mismo."



Es posible que hayas sentido unas cosquillas de emoción al imaginar todo esto, ¿verdad? ¡Estupendo!

Ahora vamos a la última parte del ejercicio. Vas a volver a escribir tus frases por tercera vez, ahora cambiando de sitio ambas partes del enunciado. Es decir, debes poner tus adjetivos de Felicidad en la primera parte de la frase, y tus objetos de Felicidad en la segunda parte de la frase.


Siguiendo nuestros ejemplos:


"Cuando me sienta libre y poderoso, entonces tendré un coche descapotable."
"Cuando me sienta orgulloso, atractivo y contento de mí mismo, entonces perderé diez kilos. "



Este pequeño cambio en realidad es muy grande. Gigante. Representa la esencia del proceso de creación a través de la Ley de la Atracción (un proceso al cual puedes referirte con este nombre, o denominarlo como tú quieras).

¿Cómo te sientes al leer ahora tus frases?
¿Notas cómo cambia el chip en tu pensamiento y tus emociones?

Para manifestar aquellas circunstancias y acontecimientos que deseamos que lleguen a nuestra vida, debemos anteponer nuestra Felicidad. Solemos pensar que solo si logramos ciertas cosas llegaremos a ser felices. Hay que dar la vuelta a la ecuación:


Si somos felices ahora, en nuestro presente, sin condiciones, entonces lograremos todo aquello que estamos deseando.

Tú tienes el poder de resintonizar la vibración que estás ofreciendo al universo. Este ejercicio te servirá para darte cuenta de qué emociones pueden ayudarte, en qué frecuencia necesitas sintonizarte para conseguir aquello que deseas.

Es posible que ahora mismo no pueda permitirme un coche descapotable, pero sí tengo el poder de empezar a sentirme más libre y poderoso, ya que me he dado cuenta de que vinculo esas emociones con el hecho imaginario de tener mi descapotable soñado. 

Entonces, ¿qué puedo hacer para atraer y manifestar mi descapotable? Centrarme en todo aquello que me hace sentir libre y poderoso. No tiene por qué ser nada relacionado con el automovilismo. Se trata de lograr una emoción equivalente utilizando aquello que ya existe en nuestra vida.

Este proceso lleva su tiempo, pero recuerda: cuanto más te ilusiones y menos resistencia opongas, antes lograrás tus objetivos. 

Te espero en Facebook y Twitter para compartir nuestras experiencias de crecimiento personal.


¡Un abrazo!

Luis Miguel Martínez


Imagen: Gratisography

lunes, 23 de mayo de 2016

ILUSIÓNATE



A veces renunciamos al placer de ilusionarnos con nuestros planes y deseos, llevados por la "prudencia": nos han enseñado a no esperar llegar muy alto, para no decepcionarnos al "darnos el batacazo".

Te propongo hacer lo contrario: ilusionarte todo lo que puedas, con el fin de hacer que tus planes y deseos se hagan realidad. Ilusionarte te pone en un estado óptimo para recibir aquello que deseas. Ilusionarte ayudará a atraer y manifestar lo que ya has creado en tu mente, con tus pensamientos y emociones.

Tu mente lógica (esa voz, producto de nuestra educación y la presión social y cultural) tendrá miedo. Miedo al fracaso, miedo a la decepción. Miedo a lo que opinarán los demás cuando te caigas.
Debes ignorar este miedo. Confía en tu intuición natural, confía en tu sabiduría interior, y verás que, al vibrar con la ilusión de tus sueños, la posibilidad de fracasar se reduce hasta ser una simple mota de polvo en el camino.

Vivir ilusionados nos hace ofrecer la mejor versión de nosotros mismos. Saborear esa esperanza que nos hace abordar cada día con alegría es ya un triunfo en sí. Te animo a probarlo. Atrévete a ser optimista. Comprobarás que, al final, ser optimista es la mejor manera de ser realista, ya que con tu optimismo estarás creando tu realidad: atrayendo circunstancias favorables, conectando con las personas que pueden ayudarte, sintonizando con la energía positiva, conectándote con tu Yo más capacitado.

Hay un Yo en tu interior que ya ha llegado a donde tú quieres llegar. Un Yo interior capaz de todo, que vive con gratitud, fé y esperanza. Vivir ilusionándote es empezar a pensar como ese Yo, en vez de pensar como el tú inseguro con el que hasta ahora te identificabas.

Cierra los ojos. Recrea con tu imaginación aquello que más te ilusiona. Siente la alegría en tu pecho, y atesórala durante toda tu jornada. Muy pronto, empezarás a ver fantásticos resultados a tu alrededor.


[Imagen: Unsplash]

martes, 15 de marzo de 2016

HAZ MENOS




Si crees que no estás haciendo suficiente, haz menos.

Hacer menos te conducirá a grandes resultados. Hacer menos te permite concentrarte en lo esencial.

Apártate. No luches en contra. No intentes arreglarlo. Acéptalo. Aplica la ley del mínimo esfuerzo. Deja que las cosas encuentren su orden sin necesidad de tu intervención.

Permítete todo el tiempo que necesites para aclarar tus ideas.
Apartarte durante un tiempo es una decisión sabia y productiva.
Si te sientes confuso o abrumado, no es el momento de actuar.

Con tus buenos pensamientos y buenas emociones ya has creado esa realidad que deseas. Ahora te toca esperar y permitir que se manifieste. Y para ello debes eliminar tu resistencia. Si te sientes confuso, abrumado, saturado o superado por las circunstancias, hacer menos ayuda a que tu resistencia se diluya y vaya disminuyendo. Así, estarás abriendo una puerta al cambio.

Hacer menos es simplificar tu vida. Hacer menos es focalizarte y descubrir lo esencial que hay en ti. Cuando haces menos, observas y compruebas que las cosas en la mayoría de las ocasiones se resuelven solas, o te muestran con claridad qué decisión debes tomar o qué acción es la más eficaz.

Reduce. Delega. Simplifica.
Fluye, no te opongas. Contempla y acepta tu realidad. Libera tus pensamientos, y aléjalos de cualquier preocupación. Evita los conflictos y antepón tu serenidad a la necesidad de tener la razón.

Observa y agradece tus logros presentes, todo lo que ya has conseguido. Alimenta la fe en ti mismo, confía en tus propias decisiones. 

Y mantén siempre la esperanza en un mañana mejor.



[Imagen: Unsplash]

martes, 1 de marzo de 2016

DESPEGA ETIQUETAS





La mayoría de las veces no nos relacionamos con aquello que tenemos delante, sino con la etiqueta mental que le hemos adjudicado anteriormente.

Nuestra mente detecta la etiqueta, como si fuera un lector de código de barras, y reacciona en consecuencia. Activamos de forma inconsciente un piloto automático que determina qué opinamos y sentimos al respecto. Esto se aplica tanto a personas y objetos como a situaciones, lugares, circunstancias y todo tipo de estímulos externos. 

Imagina tu visión subjetiva del mundo, llena de pegatinas sobre cada elemento que perciben tus sentidos. Vivimos siguiendo un programa previo que hemos creado nosotros mismos, de acuerdo a la persona que éramos la primera vez que nos enfrentamos a dicho estímulo.

Hoy no eres la misma persona que ayer. Física, mental y espiritualmente estás en constante crecimiento, en constante evolución. Tus experiencias hacen que redefinas tus objetivos. Tus emociones te guían, generando nuevos deseos, nuevas expectativas, nuevas ilusiones y esperanzas.


Entonces, ¿por qué relacionarte con el mundo siguiendo patrones predefinidos que, en un presente que fluye constantemente, ya son obsoletos?

Algunas etiquetas son necesarias, ya que contienen información útil para saber cómo relacionarte con tu entorno. Pero otras son prescindibles: aquellas que encierran un juicio, una reacción improductiva... pequeñas trampas de temor, odio, rechazo, pereza, bloqueo.

Despega todas esas etiquetas innecesarias. Contempla todo como si fuera la primera vez. No des nada por supuesto, y abre tu mente a las increíbles posibilidades que el mundo te ofrece. 
Ve más allá de la apariencia. Escucha el mensaje único que cada evento, circunstancia y persona tiene para ti. Exprime al máximo cada instante y diviértete con el proceso. 

Cuando tengas algo entre manos (literal o metafóricamente), detente a observar qué etiqueta tiene pegada. Imagina que despegas esa etiqueta, dejando a ese algo (o alguien) en su forma más pura, esencial y natural. Solo entonces podrás relacionarte desde la libertad, la igualdad, el respeto. Y el fruto de dicha relación será más productivo y enriquecedor para los dos.


[Imagen: Gratisography]